martes, 18 de septiembre de 2012



Una entrada muy personal....


Aprovechando que el viernes 14 Amy Winehouse hubiera cumplido 29 años, quiero rendirle un especial homenaje desde aquí.

Amy, la noticia de tu muerte me produjo una gran tristeza....Aunque no te conociera en persona, conecté contigo porque ví en tí algo diferente, algo que me llamó la atención y me provocó gran curiosidad. Gracias a tí, descubrí un estilo musical bastante desconocido para mí  y me fue enganchando, sobre todo por el sentimiento que le ponías cuando cantabas, porque cuando tú cantabas, te entregabas en cuerpo y alma. Cuando te escuchaba cantar, sin quererlo, me imaginaba otra época. Tenías una voz tan profunda que te llegaba y te estremecía por dentro. Conseguiste rescatar un estilo musical y darle un toque nuevo y personal.

El 23 de julio del año pasado fué un día muy triste para mí y para mucha gente. Londres estaba triste, Inglaterra y el mundo estaba triste.  Nos dejaste muy joven, demasiado.......hubieras llegado lejísimos…..Ésa es una de las cosas que me dió más rabia....por qué tan joven.
Tuve la oportunidad de ver un concierto tuyo en el Royal Albert Hall de Londres por la tele, uno de los mejores conciertos que he visto nunca sin duda. Viendo ese concierto descubrí a una Amy muy cercana con sus fans, segura de sí misma, con un sentido del humor increíble y con una espontaneidad y frescura que la hacían ser especial y única. Mientras veía el concierto desde mi apartamento en Inglaterra, disfruté de una música y una manera de cantar que jamás antes había escuchado. Lo que más me llegó es que tú, además de cantar, Amy, transmitías, expresabas, contabas cómo te sentías. Se notaba que disfrutabas con lo que hacías. Esa actuación no se me olvidará nunca.
Qué pena que no haya tenido la oportunidad de estar en uno de tus conciertos….eso me produjo una rabia increíble y un gran dolor, un inmenso dolor de pensar que nunca te podré ver actuar en un teatro de Londres, o allá donde fuera. Todavía me impresiona cuando suena una de tus canciones por la radio, y me pongo triste de pensar que ya no habrá más música tuya y que nos tendremos que conformar con tus discos anteriores y el último que ya habías grabado antes de irte.

Ahora nos queda tu recuerdo y tu música. Yo me quedo con ese concierto en el Royal Albert Hall de Londres, porque creo que ahí se puede ver a la Amy verdadera, a una chica normal y sencilla con un talento desbordante, una simpatía infinita y una elegancia exuberante. A pesar de la inmensa tristeza de tu pérdida, me siento muy afortunada de haber podido gozar de tu música y de haberte conocido a través de tus canciones, entrevistas y conciertos. Y también darte las gracias, por despertar en mí un interés hacia la música jazz y por disfrutar de tu manera de cantar sincera y real.

 Yo nunca te olvidaré porque aunque tu ya no estés, tu voz nunca se apagará .

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